La afirmación «tu cuerpo es tu templo» es parte de religiones por todo el mundo, bueno, pues el mío ya necesitaba algunas reparaciones.
Hace algunos días decidí que quería quitarme la papada y comencé a buscar información en diversas páginas y foros (mexicanos, centro y sudamericanos, incluso algunos en inglés).
Comencé a pedir cotizaciones y finalmente un día recibí un correo de un joven doctor, que me pareció bueno, sólo de leerlo (llámenme loca, pero quien se preocupa por su redacción y ortografía, me causa buena impresión, aún siquiera sin conocerlo). Me contactó además por whatsapp y programamos una cita. En esa entrevista despejé mis dudas y decidí hacerlo.
Finalmente, el sábado a las 7:30 am acudí a la clínica, acompañada de mi marido (que es un santo, la verdad) dispuesta a realizarme una bichatectomía y lipo de cuello, el procedimiento se efectúa con anestesia local, estando la paciente (o sea, yo) despierta todo el tiempo.
Después de ponerme un par de inyecciones con anestesia, el doctor comenzó a trabajar…y yo comencé a preocuparme.😷
Verán, hasta ese momento comprendí lo tremendamente estúpido que es someterse a un procedimiento que implica inflingir dolor a mi cuerpo de manera voluntaria.😱
No podía «ver» el procedimiento porque tenía parches cubriendo mis ojos, pero podía sentirlo. No me dolía nada, pero por las maniobras que podía sentir, era algo rudo. Comencé a temblar sin querer, sí, tenía miedo, de pronto comencé a pensar en la posibilidad de que algo pudiera salir mal y que yo podría dejar sin madre a mis hijos, de lo egoísta que estaba siendo con mi esposo por hacerlo pasar por la angustia de esperar el resultado de la cirugía…en fin…
Dos horas después (casi el doble de lo previsto) terminó.
No me malinterpreten, el doctor es muy bueno, el procedimiento tiene pocos riesgos, no requiere hospitalización…pero yo me asusté.
Los primeros días, dormí en la sala, por cuestión del soporte que debía tener colocado, lo cual fué bastante incómodo, pero ahora ya duermo en mi cama, los hematomas han ido desapareciendo y el cuello se ha desinflamado (no totalmente), la cosa es que, el resultado final ha llamado mi atencíón.
Ahora, me miro al espejo y es muy raro lo que veo, es como ver a una vieja amiga a quien dejaste de ver hace tiempo y con quien las cosas no terminaron bien, no sé si me explico; es como saber que esa era yo hace tiempo y que me estaba reencontrando. Era extraño.😨
Me gustó el resultado, pero sinceramente, no creo que lo volvería a hacer, no creo que me haga ninguna otra cosa, menos si eso implica estar despierta mientras se hace.😳
Mi recomendación es que, si planean hacer algo como esto, se informen bien, busquen un médico certificado y registrado, verifiquen las cédulas profesionales de la carrera y la especialidad, hay que entrevistarse con él, hagan todas las preguntas que requieran, aunque puedan parecer preguntas tontas, hay que saberlo todo, aclaren costos y formas de pago, por mínimo que sea el procedimiento, acudan acompañados, nunca solos y sobre todo platiquen sobre sus expectativas, porque los médicos no hacen milagros.😉